
El hecho de que Cambridge es una de las ciudades más implicadas con la promoción del transporte en bicicleta es un realidad innegable de la que te das cuenta con tan sólo pasear unas horas por su casco urbano. De hecho, según los datos del Ayuntamiento, Cambridge tiene al nivel más alto de flujo ciclistas de todo el Reino Unido y uno de cada tres residentes en la ciudad elige la bicicleta frente a otros medios de transporte para dirigirse a su puesto de trabajo. ¿Pero que factores hacen de esta ciudad inglesa un paraíso para los ciclistas?
Entre los aspectos que favorecen el ciclismo como medio de transporte en Cambridge, podemos destacar el hecho de que se trata de una ciudad con una orografía muy plana, lo que facilita mucho la circulación. Además, se trata de una zona urbana muy compacta, de encantadoras calles estrechas y con muy pocos aparcamientos en el centro, algo que desanima bastante a coger el coche a no ser que tengas una plaza para ti sólo en el trabajo.

En segundo lugar hay que destacar que la ciudad está completamente orientada al uso de la bicicleta en cuanto a infraestructuras se refiere. existe todo un circuito de carriles bici para que recorren el centro y se extienden hasta las zonas residenciales y áreas de recreo, además de señalización especializada y una distribución de las preferencias en carretera muy beneficiosa para los ciclistas.
Educados en el pedal
Pero por encima de estos aspectos que pueden ser comunes o alcanzables para otras ciudades en el mundo, Cambridge cuenta con un factor mucho más importante en favor de la bicicleta como es el cultural. Los residentes en la ciudad están educados en la utilización de la bici desde generaciones, por lo que ser ciclista es algo intrínseco a vivir en Cambridge. Y es que todo el mundo usa la bicicleta como transporte; padres, que van al trabajo, niños que acuden al colegio o abuelos que que dirigen al centro, por lo que el la normalización del ciclismo es un hecho que se transmite de generación en generación.
Debido a este pasado ligado a la bicicleta, una vez que te trasladas a vivir aquí y te conviertes en un amante de las dos ruedas, te das cuenta de que el nivel de respeto entre ciclistas, coches, autobuses y peatones es absoluto. Los coches, entienden que a veces tienen que reducir la velocidad y ceder el paso, los peatones se hacen cargo de que, a pesar de los carriles bici, en ocasiones tienen que compartir la acera con las bicicletas y los ciclistas, comprenden que tienen que extremar las precauciones y avisar de su paso a los ciudadanos de a pie mediante la utilización del timbre. Nadie se molesta por este hecho, los peatones simplemente se apartan y un simple «thank you» es suficiente.

Por todo esto, Cambridge es una especie de santuario para la bicicleta cuyo modelo creo que deberían estudiar instituciones que quieran aumentar el flujo de ciclistas en sus ciudades. De momento, Cambridge forma parte del proyecto European Bike Friendly Cities Project en asociación con Middelburg (Países Bajos), Kortrijk (Bélgica) y Boulogne (Francia) además de las ciudades británicas de Southen y Sustrans, para crear una red de intercambio de ideas y experiencias para seguir mejorando en el desarrollo de la bici como medio de transporte.
como se nota el oficio………